Cada 17 de Agosto nos convoca a recuperar la memoria desde los relatos del tiempo que conllevan los destiempos del devenir, tomando distintas formas y permitiendo situar los acontecimientos y procesos en un propio texto para un porvenir.
El Ejército de los Andes cumple un rol central en ésta obra, ya que fue una labor de conjunto con un líder extraordinario marcando el paso. Fue un sujeto político, con ideales, que atravesó disputas y terminó sus días en el extranjero.
En 1880 fueron trasladados, desde
Francia, sus restos para dar cumplimiento a su último deseo, es decir de
permanecer por siempre en su Patria. Por tal motivo, es que se encuentran en la
Capilla Nuestra Señora de la Paz, en la Catedral porteña donde dos granaderos
custodian sus restos en forma permanente.
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